¿Se pueden mejorar las capacidades cognitivas de nuestros peques a través de los Juegos de mesa?
¿Qué nos dicen los estudios científicos de neurociencia al respecto?
La respuesta sencilla y directa es que SI . Pero no solo en niños, también en persona de cualquier edad.
Vamos a compartir algunas de las cosas que hemos aprendido en este apasionante mundo a cómo funciona el cerebro y cómo los juegos de mesa contribuyen a que funcione un poquito o un mucho mejor.
El mundo de la neurociencia está avanzando a una velocidad como nunca antes lo había hecho. ¿Porqué? Es sencillo, antes, y esto no es hace tantos años, para poder ver que pasaba por dentro de nuestra cabeza había que abrir la cabeza, si o sí, y claro, pues no es tarea sencilla, o era por una enfermedad, o bien después de fallecer.
El desarrollo de teconologías ha hecho que sea muchísimo más fácil saber que pasa en nuestro cerebro en muchas situaciones diferentes, y es que en función de la tarea que tengamos por delante, ya sea a nivel consciente o a nivel preconsciente, es decir sin darnos cuenta, se activarán unas regiones u otras dando lugar a que las conexiones de nuestras neuronas se hagan de unas formas u otras.
Que los que jugamos a juegos de mesa o hayamos crecido jugando a determinados juegos de ordenador o consola, creamos, sintamos o afirmemos que ciertas habilidades profesionales o personales han tenido su origen en las exigencias y retos que nos estos juegos nos han planteado es una cosa, pero que haya estudios de investigadores y científicos que tras encontrar evidencias lo afirmen es otra distinta.
Siempre, desde que tenía 7 u 8 años he disfrutado jugando a juegos de gestión desde mediados y finales de los 90. Recuerdo los primeros Simcity en los que hacer crecer tu ciudad, o juegos en los que se simulase la gestión de cualquier tipo de sector, trenes, aviones, hospitales o incluso ejércitos.
La Neurociencia tiene mucho que decir
La neurociencia, que por decirlo rápido se dedica a estudiar cómo es nuestro cerebro y cómo funciona ha hecho grandes descubrimientos acerca de cómo aprendemos. En España tenemos a referentes en este campo como David Bueno, cuyos libros divulgativos acerca de neurociencia y educación no podemos parar de recomendar.
Hoy podemos afirmar que cada cosa que hacemos en nuestro día a día y cuál es nuestro plano emocional, tienen un impacto directo a todo aquello que pasa dentro de nuestra cabeza y nuestos procesos cognitivos.
Si para poner en forma tu cuerpo piensas en deporte, para ponder en forma tu cerebro piensa en juegos.
En nuestra formaciones sobre aprendizaje y juegos de mesa, nos gusta debatir con los participantes acerca de todas esas frases que a lo largo de la vida de cada uno hemos escuchado e incluso alguna vez hemos podido decir acerca del juego. Algunas son terriblemente dañinas para el que las escucha, y lo peor, están bien alejadas de la importancia del juego en los seres humanos, con independencia de su edad, genero, religión o cualquier otra clasificación que queramos hacer.
Una de las formas más sencillas de ver los juegos de mesa es como un gimnasio. No somos expertos en como fortalecer el cuerpo, pero si que sabemos que podemos trabajar, en función de nuestros objetivos de unas formas u otras. No será lo mismo si queremos preparar una maratón, que si queremos perder peso, que si queremos montar en bici, que si estamos recuperándonos de un accidente. Independientemente del objetivo concreto de nuestro entrenamiento, la mera práctica deportiva tiene un impacto positivo es nuestro cuerpo.
Con el cerebro y los juegos de mesa pasa algo parecido. Hay juegos que trabajan de una manera más directa que otros determinadas funciones ejecutivas que nos permiten ir y desenvolviéndonos por la vida de una forma o de otra.
Cada partida, en cada juego, nos hace entrenar nuestras nuestras funciones ejecutivas. Por hablar de las básicas, en cada juego en mayor o menor medida trabajamos nuestra memoria de trabajo, nuestra flexibilidad cognitiva, y control inhibitorio.
Y esto es fundamental, ya estemos jugando o yendo de vacaciones a un nuevo lugar. Gracias al desarrollo de estas funciones ejecutivas, desarrollaremos habilidades que permiten planificar, tomar decisiones, resolver problemas o adaptarnos a nuevas situaciones.
¿Crees que nos hacen falta como adultos estas habilidades?
Hay un estudio muy interesante y bien reciente, de 2023, de Jorge Moya-Higueras, Marina Solé-Puiggené, Nuria Vita-Barrull, Verónica Estrada-Plana, Núria Guzmán, Sara Arias, Xesca Garcia, Rosa Ayesa-Arriola y Jaume March-Llanes que concluye lo siguiente
" Jugar juegos de mesa modernos parece ser beneficioso para niños en riesgo de exclusión social, ya que potencia sus funciones ejecutivas básicas. Observamos mejores resultados cuando los niños participaron en juegos que activaban directamente funciones ejecutivas complejas e indirectamente las funciones básicas, en comparación con juegos que principalmente estimulaban funciones ejecutivas básicas. Además, parece que jugar juegos de mesa es especialmente positivo para niños con niveles iniciales bajos de funciones ejecutivas básicas, aunque los puntos obtenidos disminuyen ligeramente partida tras partida. En resumen, el presente estudio demuestra que jugar juegos de mesa modernos favorece el desarrollo cognitivo de los niños que están en riesgo de exclusión social."
Es apasionante ver como esta investigación ya menciona la posibilidad de entender cómo elegir los juegos de mesa y aplicarlos para llevar a cabo intervenciones cognitivas.
Hablando en términos muy brutos, sería algo cómo decir que para alguién que quiera mejorar su dificultad para poner contener su acción ante determinadas situaciones, su control inhibitorio, la receta puede ser comprarse un juego como Fantasma Blitz o Taco Gato Cabra Queso Pizza.
Así que ya sabes, además del placer inigualable de jugar por jugar, jugar nos permite mejorar cómo nuestro cerebro se conecta y esto a su vez, y resumiendo hasta el extremo, nos permite tomar mejores decisiones en las partidas o fuera de ellas.
Y a ti, ¿a qué te gusta jugar?
Autor: Miguel Amor